Hoy hemos discutido, y no ha sido por algo personal, si no por algo profesional. Pero claro, es muy difícil separarlo al 100% por lo que no ha sido nada agradable, me ha dejado mal cuerpo, pero tenemos que acostumbrarnos a que profesionalmente discutamos las cosas, porque discutiéndolas es como se aprende. Es bueno defender tu idea y tus conceptos a muerte, hasta la extenuación, y una vez agotado, empiezas a reflexionar, a dudar de tu concepto y a probar esa solución a la que te oponías, y la pruebas, puede que funcione o no, que tuvieses razón o que estuviese equivocado, pero en ese duro y agotador ejercicio mental has ganado y mucho.
Lea, eres la mujer de mi vida, quiero compartir todo contigo, porque ese todo, a tu lado, cobra más sentido. Ahora emprender un nuevo proyecto, arquitectónico o no, sin ti, será insulso y con falta de interés. Quiero tu opinión en todo lo que haga, eres mi consejera, y siempre escucharé tu palabra, aunque sea diametralmente opuesta a la mia, porque confío en tu punto de vista, intelectualmente y sentimentalmente.
No me dejes de dar consejos nunca, me mataste cuando me dijiste que no ibas a volver a opinar, no quiero una Lea así, quiero una Lea que me de guerra, que si no opina lo mismo que yo, este encima de mi para hacerme cambiar de opinión, hasta el agotamiento.
Y no te voy a dejar nunca, porque eres lo más increíble que he conocido en mi vida, lo que más amo, amé y amaré, mi tesoro más preciado. Siempre lucharé por estar a tu lado, siempre luchare por hacer cosas juntos, porque en la esencia somos iguales, distinta forma pero mismo material :)
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