Me levanté, y sabía que ese calor que me da tu piel se iba a marchar. Es muy duro despertar así, es muy duro saber que 18 días tendre que esperar para volver a sentirlo. Pero no quería llorar, no quería pensar en ello, quería obviar lo que estaba pasando, quería imaginar que por la noche volvería a sentir tu piel, me volvería a llenar de tu calor, del tacto de tu piel.
Mi plan iba bien, lo estaba obviando, estábamos cogidos de la mano, todo estaba en su lugar, pero en el metro, tus lagrimas, me rompieron el corazón, y mis ojos también se aguaron. Comprendí que esa cara tan bonito que me vuelve loco se alejaría poco a poco una vez el tren se pusiese en marcha...
Pero hay que ser fuertes, eres lo mas importante de mi vida, y por ti estoy dispuesto a soportar lo que sea, 18, 180 o 1800 días, por ti voy al fin del mundo, por ti soy capaz de imaginarme tu calor, tu respiración, por ti soy capaz de convertir estos 18 días, en 18 horas, en 18 segundos.
La palabra extrañar, echar de menos, se quedan cortas, y aun más cuando despierto y no estas, no esta tu piel, solo el aire, frío y vacío. Lléname de nuevo Lea, no dejes de llenarme
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