Otro día de caos, cajas y más cajas, un colchón, una estantería y dos maletas. Pero lo que de verdad me preocupa es esa pequeña mochila negra, con ropa para cuatro días. Cuatro días que necesito, que espero y que deseo. Día también de despedidas, pero no puedo estar triste, es imposible, falta un día para ver a lo que más quiero en el mundo, así es un imposible no tener una sonrisa permanente en la cara, así es imposible no brillar...
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